Cerámica maya antigua

La cerámica maya antigua sigue fascinando e inspirando a los ceramistas de hoy. El uso de colores vivos, como el naranja, junto con diseños intrincados y narrativos hace que su estilo y motivos sean reconocibles en todo el mundo. Creo que podemos aprender mucho estudiando la cerámica antigua, especialmente cuando se trata de los antiguos mayas. En este artículo, vamos a dar una descripción general de la forma en que los mayas crearon y decoraron su cerámica, seguida de consejos e inspiración que el ceramista moderno puede usar en la actualidad.

Se cree que los mayas no construyeron sus piezas con la ayuda del torno, sino que utilizaron técnicas de modelado a mano como planchas, pellizco y construcción con churros. Recogían la arcilla de los valles de los ríos y la mezclaban con ceniza, piedras y arena para agregarle resistencia y durabilidad. La cerámica maya moderna todavía se hace de esta manera, continuando este método antiguo que comenzó hace más de 2.000 años. Las primeras piezas cerámicas se centraron principalmente en las necesidades funcionales de la vida diaria, como cuencos, jarrones y platos para comer, beber y almacenar alimentos. A lo largo de cientos de años, durante la era clásica (250-900 d.C.), la cerámica maya se convirtió en un lienzo para que los artistas desarrollaran sus habilidades en la alfarería, experimentando con diferentes engobes hechos de arcilla y otros minerales y pudieron ampliar la paleta de colores llegando a generar amarillos, morados y rojos. Esta nueva variedad de colores abrió la posibilidad de diseños sofisticados que dieron lugar a la producción de algunas de las cerámicas más impresionantes de la civilización antigua. Cuando observas detenidamente algunos de los ejemplos de la galería en línea del Museo Metropolitano de Arte, puedes ver lo intrincados y precisos que eran estos diseños.

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A medida que pasaron los siglos, los alfareros mayas lograron con éxito contar historias a través del diseño de su cerámica. Muchas de sus piezas representan historias mitológicas de sus deidades, rituales, lo sobrenatural e incluían animales sagrados y músicos; sin embargo, estos diseños no solo representaban entidades adoradas. La cerámica maya antigua también plasmó escenas de sus rutinas diarias. Los mayas pintaban estas historias y, a menudo, usaban herramientas de escritura para tallar delicadamente el diseño en las franjas de colores. Se tomaban mucho tiempo y cuidado para retratar una historia hermosa y significativa en sus cerámicas y se ha conservado mucha información sobre su cultura y estilo de vida en la decoración de estas piezas. Muchas veces las adornaban con escritura caligráfica, creando historias narrativas que se desarrollan a medida que giras la vasija.

La interacción entre forma y función es muy inspiradora; Muchos cuencos para beber cacao estaban decorados con las hojas de la misma planta – se dice que esto realza el sabor del cacao y eleva la experiencia de beberlo. A menudo, durante las fiestas y reuniones ceremoniales, la historia o el poema decorado en la taza o cuenco se contaba oralmente, lo que realza el papel tan sagrado que la cerámica desempeñaba en su cultura.

¿Cómo pueden los ceramistas modernos inspirarse en la cerámica maya antigua?

Los artistas a menudo experimentan una falta de inspiración, sin embargo, a menudo nos olvidamos de usar nuestras propias historias y recuerdos como material para un nuevo proyecto. Hay muchas formas en las que podemos personalizar nuestra cerámica, haciendo de cada uno de nuestros trabajos nuestra pieza favorita. Revisar la naturaleza de la cerámica maya antigua desafía nuestra opinión sobre la relación entre estética y función y nos invita a pensar en las historias que “publicaríamos” a través de nuestra propia cerámica. Piensa en tu diseño como una forma de ilustración, esto podría ayudarte a ser más creativo y espontaneo. Lo más importante es que no sientas en ningún momento que tiene que representar una historia real, usa tu imaginación e incluso recurre a sueños, libros o canciones que te inspiren.

Si prefieres diseños más simples y minimalistas, comienza incorporando menos motivos y enfocándote en una pequeña selección de símbolos para contar tu historia. Limítate a un máximo de 2 o 3 engobes o esmaltes de colores y experimenta cómo aplicarlos. Puedes utilizar un pincel muy fino para aplicar engobes de color y crear un diseño de dibujo lineal. Este método requiere mucha paciencia y preparación. Asegúrate de planificar tu diseño primero y evalúa si se ajustará al tamaño de tu pieza de cerámica.

Para diseños más complicados, puedes probar la técnica del esgrafiado (palabra italiana para “rayado”). Esto requiere la aplicación de un engobe o barbotina de color diferente y contrastante al de tu pieza en estado de cuero. Antes de aplicar el color, puedes trazar ligeramente un diseño en tu arcilla, de modo que te sirva luego de guía para trabajar. Una vez que el engobe esta seco, toma una herramienta para tallado fino y comienza a quitar engobe, exponiendo el color de arcilla cruda de la capa inferior. Una vez que te sientes cómodo con la técnica del esgrafiado, puedes agregar varias capas de color para añadir complejidad y variedad a tu diseño. Una vez que hayas terminado de decorar, puedes bizcochar tu pieza y luego aplicarle un esmalte transparente para resaltar los colores y sellarla.

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Lo que necesitarás:

• Arcilla de terracota (o cualquier otra arcilla que prefieres)
• Herramientas de tallado
• Papel de calco (para tu diseño)
• Lápiz y bloc de notas
• Pigmentos y óxidos en polvo
• Engobes
• Pincel fino y grueso
• Esmalte transparente

Escrito por Freya Saleh